Todos tenemos entendido que una imagen vale más que mil palabras, y eso hoy en día, es algo que todas las empresa tienen muy en cuenta a la hora de proyectar su trabajo a los demás. La imagen es el pan de cada día para muchos que viven de ella, de ahí que se trabaje cada día para poder mantenerla en lo más alto. Pero sabemos realmente ¿Cuál es el secreto para elegir una buena imagen para tu empresa? ¿Qué fases se llevan a cabo para diseñar un logotipo seductor?

Para muchos usuarios esa imagen clara y directa con la que identificamos a una empresa o un determinado producto es también conocida como identidad corporativa. Esa imagen que nos proyectan es mucho más que una fotografía, un símbolo o un eslogan, es algo con lo que se identifican los usuarios y que a su vez sirve como conector para mostrarles a las empresas esa confianza que piden.

Siempre se ha visto cómo las grandes empresas han contado con presupuestos de talle alto para sus campañas mientras que en el lado opuesto se han situado las pymes y los autónomos que aún disponiendo de un presupuesto reducido han sabido sacar la parte más cercana al usuario y mostrarles a través de su marca la autenticidad y las emociones. Ambos son aspectos que conectan con el consumidor y que permiten a los pequeños comerciantes construir una determinada marca sostenible en el tiempo.

Aquellos que se mueven en el mundo de la publicidad y del marketing consideran que la marca en una empresa representa el valor fundamental, es decir, que no sólo el diseño gráfico, la estética que se le dé a un boceto o la imagen de esa empresa tiene porque ser un filón para llegar al consumidor.

identidadcorporativa

Hoy en día con tanta tecnología estamos viendo como las empresas están mostrando su propia identidad corporativa no sólo a través de la web de empresa sino que las redes sociales están siendo una plataforma ‘tridimensional’ para captar seguidores. Uno de los conceptos que guarda relación con la imagen corporativa es el Branding. Cada vez más, la idea de un nombre, una marca o una imagen seguida de un eslogan está despertando mayor interés a las pymes y autónomos a la hora de establecer una estrategia en la que se destaque la personalidad y los valores principales de la empresa.

Sí que es verdad que cuando pensamos en una empresa de menor tamaño la mente lo asocia con una marca honesta, que a su vez genera confianza, seguridad y cercanía entre los proveedores, instituciones y clientes, siendo un factor básico para la supervivencia del negocio en un mercado cada vez más competitivo.

Pero no hay que dejar de lado que además de mostrar la identidad que define a la compañía, las personas encargadas de ello tiene que tener en cuenta la necesidad de autenticidad que se crea, es decir, transmitir la ilusión de todo el equipo a los proyectos acompañados por el logo y el nombre, en ningún momento abandonando la parte afectiva que define a las personas que están detrás de una empresa, ya sea grande o pequeña.

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