¿Habéis oído hablar de ‘toc-toc’? Se trata de una aplicación que sirve para escuchar a través de las paredes. Es un invento, pensaréis algunos. ¿Creéis que existirá ésta app? ¿Habrá alguien que se la haya descargado? Cada día aparecen miles de aplicaciones que ante el ojo del usuario es todo un éxito y de las cuales van sacando provecho en base a las necesidades de los usuarios.

Hoy en día, meterse en internet y descargarse programas, música o películas es algo tan común como aquel que va a comprar pipas al quiosco. Si echamos la vista a tras hace unos años, Internet se veía con un espacio donde sólo unos cuantos descubrían un entorno diferente donde poder realizar alguna compra escueta, comprar entradas para ir al teatro o chatear. Si antes era considerado por algunos como esa pequeña burbuja hoy se ha convertido en un ‘globo’ pendiente de sus rutas. Y cuando se habla de rutas y destinos, son los empresarios quienes sienten esa presión en sus pupilas.

Ahora Internet y todo lo que se mueve en la red nos tiene totalmente absortos, complejos y podríamos  decir que hasta fascinados. Andamos por la calle y nuestra mente está en el correo del trabajo, en nuestros perfiles en las distintas redes sociales, pendientes de la información o realizando alguna compra por internet. Ese es el día a día de una generación ‘tecnológica’, una generación que deja atrás los ratos  de risas con amigos en un bar, por unos minutos embobados al ordenador o al móvil.

Somos una generación con ambiciones diferentes a las que tenían por entonces nuestros padres o abuelos. Hace 30 años nuestras abuelas compraban en el mercado del barrio, hoy son sus nietos quienes a través del móvil compran comida, ropa y todo cuanto quieran. Vemos como los móviles se han convertido en la base para que todo anunciante y vendedor pueda ampliar sus negocios y expandirse a lo grande. Una plataforma imparable en el que confluyen cientos de negocios cada día. Por eso, cada vez más hay estudios sobre el consumidor y todo lo que éste tiene en la mente, conocido también como ‘Neuromarketing’.

Las empresas necesitan saber quiénes son sus clientes directos por eso tienen que saber además de sus gustos y preferencias, cuáles serán las plataformas directas de visión y exposición de sus productos o servicios. Si nos adentramos en el entorno del marketing mobile observamos como el aspecto visual-imágenes o vídeos- gana terreno y cobra gran importancia a la hora de que los consumidores se queden pegados al móvil y en un tiempo record realicen una compra a través de su teléfono. Aunque hay que decir que cada vez más resulta complicado que los consumidores terminen ese proceso de compra a través de internet.

Aunque sean muchos los que pienses que por encima de esa atención al cliente existe una clara estrategia de marketing en el que la venta es el objetivo directo y el resto son piezas que influyen en el momento de la compra, está en lo cierto. Aún está por ver el ‘Boom’ masivo de este entorno y lo que se espera de él. Grandes beneficios y expansión ante un público más dinámico y acorde a los nuevos tiempos.

Los tiempos cambian y lo sabemos. Y somos nosotros quienes vamos a la aventura con nuestro teléfono y no llegamos a visualizar 100% la cantidad de cosas que podemos hacer a través de él.