Día tras día nuestras retinas se casan de estar las 24 horas del día pegadas a la pantalla del ordenador. Nos movemos de un sitio a otro en busca de lo más popular, de aquellas cosas que provocan un ‘boom’ en la sociedad, de lo que se lleva y se consume, de lo que causa rechazo en otros. Así somos, borreguitos que buscamos ser diferentes en un entorno donde solo los que no quieren ser distintos consiguen serlo.

Vender algún producto o promocionar nuestros servicios en las redes sociales está siendo un quebradero de cabeza para muchos usuarios, que se encuentran en el punto de mira de algunos empresarios cuya estrategia para vender es perseguir a todo consumidor que tengan a su alcance y abordarle con todo tipo de publicidad para que adquiera su producto. Es cierto que alguno que otra cae en las ‘garras’ del empresario, pero más bien es porque llegados a un punto el usuario se aburre y por cansancio pues finalmente decide prestar atención al producto o servicio en concreto.

Hoy en día todos queremos ser amigos o conocidos de todos, es decir, soy amigo de Juan porque tiene un compañero en el trabajo que tiene un primo que es informático y bueno quién sabe, igual le interesa saber más sobre nuestro negocio de ordenadores…y cómo le ‘conozco’ por ésta vía pues le sigo en todas los medios y redes sociales. Siempre pensando en que acepte mi solicitud y una vez que lo tengo como ‘amigo’ pues a acribillarle con mensajes publicitarios ¡Vaya estrategia para el negocio!

Ayer no sabía nada sobre ti y tus proyectos empresariales y hoy estoy informado de todo cuanto quieres que sepa sobre ti. No os ha pasado en algún momento de meteros en uno de vuestros perfiles en alguna red social y encontraros que hay una persona que no conocéis de nada…pero eso sí te cuenta de forma muy bien presentada el ‘parrafazo’ de su gran proyecto empresarial. A quien no le haya pasado por favor un homenaje en toda regla. Son tantas las personas que vienen a ‘vendernos la moto’ con tal de sacar brillo a su negocio tanto online como offline que este tipo de estrategias al final no llegan a buen puerto, y es el negocio el que va a pique.

seguidores

En alguna ocasión ha surgido el debate sobre si es el propio empresario un “Vendedor de humo” para el usuario. Analizando la situación empresarial  de nuestros entorno podemos ver como los emprendedores deben ‘ajustarse los machos’ en cada una de sus decisiones pero sobre todo valorar muy mucho acerca de sí las estrategias que llevan a cabo les son favorables y rentables de cara a sus consumidores directos. Desde luego que nos encontramos con opiniones variopintas.

Viéndolo desde el punto de vista del usuario son muchos los que deciden ignorar este tipo de acciones ya que consideran que no les aportan ningún beneficio directo, y que además se sienten invadidos con mensajes privados que lo único que provocan es el propio rechazo del usuario a esa persona en concreto. Muchos los llaman vendedores de humo porque realmente van con el cuento de lo novedoso y fascinante que es su negocio y lo importante que es el consumidor para ellos, pero a los usuarios ya no hay quien les tosa y saben realmente quienes se acercan a ellos por puro interés o  quiénes  lo hacen porque realmente les importe su opinión sobre un determinado producto.

Ahí es dónde queremos llegar con todo esto ¿Es buena táctica asumir el rol de «Vendedor de Humo”? Os dejamos la pregunta en el aire.

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