Desde mi posición he tenido la oportunidad de contactar con muchas pymes. Con frecuencia doy formación sobre temas relacionados con marketing online y lo suelo hacer a micropymes, emprendedores o a alguna pyme más consolidada. La gente va siempre a ver qué pasa, a ver si funciona lo que ya hace, a ver si puede empezar a hacer algo nuevo, a buscar una nueva forma de comunicación.

Apenas un 5% de la gente que asiste a estas formaciones comienza una actividad continuada, por ejemplo, en el ámbito del email marketing, que dentro de las opciones de desarrollo online puede considerarse de las más sencillas de poner en marcha. ¿Y esto por qué es?

En las charlas que doy (algunas de ellas gratuitas a través de instituciones) me ha sorprendido ver que algunos asistentes repiten para asistir exactamente al mismo discurso. Varias semanas después, volvían. Yo les aclaraba rápidamente que la formación tenía los mismos contenidos, que quizá creyeron que había algo nuevo, pero que no era así. Y su respuesta fue siempre de este estilo: “No, no… es que me interesó lo que me hablaste el otro día y quiero volver a escucharlo para fijar bien el conocimiento”.

En definitiva, cada una de las personas que volvía estaba posponiendo el hacer el paso siguiente: poner en marcha el conocimiento adquirido. Y es que este es el gran reto de una empresa que empieza o que se quiere reinventar: formarse, hacer, probar, equivocarse y volver a hacer, en vez de formarse, volver a formarse y formarse un poco más por las dudas. Y esto es especialmente crítico si quiere iniciar una actividad en el mundo online. En “lo online” la capacidad de ejecutar, de hacer, es absolutamente determinante.

Es en esta forma de actuación donde he notado enormes diferencias entre empresas que están empezando, pero cuyos “managers” son gente joven, nativos de las redes y de Internet, y gente que no lo es. Los primeros ejecutan con descaro, postean sin parar, proponen, se promocionan, arriesgan, se equivocan, en muchas ocasiones son anárquicos en la forma de funcionar, también en la forma de comunicarse… pero están y ejecutan. Mientras, los segundos siguen pensando… Y cuando lograron aprender Facebook, ya esta Google+ o Foursquare.

Como siempre, la virtud estará el término medio: sepamos qué podemos y qué queremos hacer, aprendamos cómo hacerlo y ejecutémoslo de manera adecuada. Es obvio, ¿no? Pues es lo obvio y lógico lo que rara vez sucede.

Otro día comento sobre el nivel de formación online de las pymes en España.

Pablo Rueda. Director de belou, Marketing y Comunicación. Imparte los Cursos belouCamp.                                                                                                              http://about.me/prueda

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Close
Go top